Prácticas de Trabajo

    Las práctica de trabajo son un requisito casi indispensable para poder acceder a un primer empleo en el mundo, está se desarrolla en los tres últimos semestres de la formación académica, esto con el fin de obtener experiencia en lo que se está estudiando.  

    Por medio de ella, se vincula al estudiante a una institución o proceso social en el que desarrolla y retroalimentan los fundamentos epistemológicos, teóricos y metodológicos adquiridos durante su formación, generando el diálogo entre los conocimientos construidos en la Universidad y las situaciones sociales, económicas y culturales.

 El estudiante debe incorporarse con una mayor dedicación de horas semanales a un programa o centro de práctica, y además de integrarse a un proyecto de intervención, debe elaborar un estudio de finalización de carrera  que compatibilice la necesaria articulación entre intervención e investigación, detallando las prioridades institucionales y los intereses de aprendizaje del alumno. Esto se efectúa a través de los dos semestres, llevándose a cabo una práctica de tipo continuado, en que el orden en que el alumno desarrolla competencias para el estudio o para la intervención misma, claro que no siempre es igual dado que puede efectuarse en la línea de investigación- intervención, o intervención-investigación o en forma simultánea.

En este sentido, las prácticas se convierten en una experiencia educativa vital para complementar la formación en Trabajo Social y en la oportunidad para aportar desde la formación recibida a las realidades sociales. Es un ejercicio en doble vía, ya que permite desarrollar aprendizajes tanto en los estudiantes, como en la universidad y las instituciones.